Estudiar turismo otorga la posibilidad de generar relaciones humanas que permiten intercambio cultural que enriquece el interior de las personas que son parte de ella. El conocimiento de otras naciones y culturas me permitió descubrir una amplia gama de herramientas y oportunidades que invitan a desarrollarse a nivel personal y profesional, pues no existen fronteras o límites hasta donde el turismo puede llegar.
Por la relación histórica y cultural que existe entre nuestro país y España, la abundancia de recursos históricos, naturales y de convergencia cultural con los que cuenta, particularmente la emblemática ciudad de Granada, se convirtió en el destino ideal para mí, pues como observadora del fenómeno turístico, viví experiencias que me sumergieron en procesos que me ayudan ahora a comprender la realidad turística y agudizaron mi sentido crítico, ético y social.
La Universidad de Granada, a través de las facultades de filosofía, deportes y empresariales en las que tome asignaturas, forjaron en mí una perspectiva más amplia del estudio del turismo como actividad económica y social, brindándome herramientas para desarrollar mi madurez profesional e intelectual que el mundo y sus necesidades cambiantes exigen.