Movilidad a la Universidad de Buenos Aires, Argentina

La movilidad internacional para mí fue una etapa llena de experiencias únicas, de conocer lugares increíbles y encontrarse en el camino con personas inolvidables. Al principio el proceso de adaptación es complicado, pues te enfrentas a estar solo y depender de ti para todo, en una ciudad tan grande como lo es Buenos Aires, con usos y costumbres distintos; que si bien se habla español, no conoces sus regionalismos.

Aprendes a conocerte y desafiarte a ti mismo, creces y maduras como nunca antes. Buscas siempre ser una mejor persona, cumplir con los objetivos de la movilidad académica y poner en alto el nombre de tu Universidad de Origen y con ello de tu país.

En la Universidad también te encuentras con un sistema académico diferente al que estaba habituada, pues es una institución mucho más grande, con una mayor cantidad de alumnos, en la cual tú pasas a ser uno más. Pero el gran número de estudiantes no afecta la calidad de las clases, los profesores y compañeros siempre están dispuestos a ayudarte y orientarte.

En este proceso generé relaciones de intercambio social, académico, profesional y cultural que sé, han dejado huella para toda la vida; las cuales en el futuro pueden resultar provechosas para ambas partes. Asimismo logré dar a conocer y compartir la cultura mexicana con aquellos que me relacioné, los cuales debo decir, se muestran muy interesados en pronto conocer México, sus ciudades, su comida, pero principalmente su gente.

Esta experiencia se queda en mí para toda la vida, cambió mi forma de pensar y de desenvolverme en varios aspectos pues logré crecimiento personal y profesional.
Sin otro particular, me despido.