Los debates feministas se han convertido en el espacio en el que convergen intencionalidades, políticas para transformar las realidades de marginación y discriminación de género hacia las mujeres, y proyectan la vinculación de mujeres y colectivos que aportan a la discusión pública en el ámbito político y el desarrollo del pensamiento feminista en México.
Así lo dijo la diputada local y doctora en ciencias sociales por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Occidente (CIESAS), Candelaria Ochoa Ávalos, al participar en el panel “Estudios de género: una reflexión de tres décadas”, celebrado en la 38 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
“Todavía nos queda mucho por construir y explorar, pero lo cierto es que los públicos son cada vez más y mejores. Uno de los grandes desafíos es consolidar y fortalecer las revistas para que sobrevivan y se mantenga el análisis y debate en todos los espacios sociales, de libertad e igualdad. Todas hemos contribuido al fortalecimiento de las teorías feministas y de los movimientos alrededor del mismo”, señaló.
Las revistas de género se han vuelto mucho más accesibles al conocimiento y a la difusión de materiales, dijo, que además de abundantes, son una herramienta necesaria para el activismo, la academia y la política, puesto que han enriquecido el debate nacional, la investigación especializada y el surgimiento de programas de formación tanto en las universidades públicas, como en las privadas.
“Son una herramienta teórica para la vida cotidiana de las mujeres; nos han sido muy útiles para reconocer el mundo patriarcal en el que vivimos y que, al mismo tiempo, lo seguimos cuestionando. Estas actividades, además, nos han permitido la vinculación y el debate entre nosotras y con otras, por ello, mantengámoslo vivo”, enfatizó Ochoa Ávalos.
La doctora Patricia Richards, coeditora de la revista Gender & society, publicación líder en inglés, sociología y estudios de género, comentó que los desafíos ya no son los de antes, cuando muchas veces los dilemas se trataban sobre qué debería ser incluido en los estudios de género.
“Los debates interiores a los movimientos son importantes, pero lo más importante, desde nuestro punto de vista, es crear comunidad, movimiento, pensar hacia dónde apuntamos nuestros dardos, intervenir donde se necesiten voces feministas para pensar y poner en práctica un futuro mejor para todes”, resaltó.
Dijo que no es una exageración aseverar que las revistas han producido conocimiento, que han contribuido a la transformación de cómo muchas y muchos entienden el mundo y han expandido las categorías de las personas que son reconocidas y reconocidos como conocedores del mundo social; han mostrado cómo sus instituciones están estructuradas por el género, tanto como la clase, la raza y otros factores de poder, y han contribuido a la expansión de posibilidades para todos.
El panel fue moderado por la Coordinadora de la División de Estudios de Estado y Sociedad, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), doctora Susana Muñiz, quien destacó que a finales de la década de los 80, e inicios de los 90, en las conferencias mundiales de la mujer la perspectiva de género y los movimientos feministas comenzaron a legitimarse en las instituciones de Latinoamérica.
“No fue fácil. Los estudios de género se empezaron a colar en los espacios académicos, a veces de manera disfrazada, gracias al ahínco de un puñado de feministas que con sus esfuerzos y recursos personales lograron abrirse camino en las instituciones para tener una habitación propia. Si hace treinta años había un puñado de feministas estudiosas del género que se conocían unas a otras, hoy podríamos hablar de centenares de investigadores e investigadoras cada vez más claramente definidos en este campo de estudio”, señaló.
Compartió que no están todavía del todo articulados, pero que les impulsa la misma urgencia de sus ancestras de entender a la mujer como sujeto social; a las relaciones entre los sexos como históricamente construidas y la necesidad de discutir y analizar la subordinación de un género a otro; la desigualdad y la violencia, como un problema moral de enormes repercusiones, que sigue necesitando respuestas hoy como hace 30 años.
“Necesitamos estructuras articuladoras multidisciplinarias que acuerden la generación de conocimiento sobre la relación entre los géneros, porque el conocimiento no lo producen los individuos, sino las colectividades”, indicó.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“30 Años de la Autonomía de la Universidad de Guadalajara y de su organización en Red”
Guadalajara, Jalisco, 7 de diciembre de 2024
Texto: Laura Sepúlveda Velázquez
Fotografía: Adriana González
Fuente: Portal UdeG: https://www.udg.mx/es/noticia/reflexionan-en-fil-tres-decadas-de-estudios-de-genero